«Uno tiene que hacer el cuento suyo»

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Yune, como todos la conocen, narra con los ojos, con las manos, se repleta de gestos y cuenta hasta con el corazón, o mejor dicho, siempre cuenta con el corazón.

Escoger la historia no le resulta complicado. “Basta con que transmita, –dice–, si me llega, si me toca el pecho, si tiene una enseñanza, entonces es el cuento indicado”.

Por esta habilidad para escoger los textos precisos, por la destreza para montar una obra, por el ingenio para mezclar un cuento con otro e hilvanar tres con un relato musical, Yunielsis Martínez Bejerano recibió recientemente el premio Juglar de narración oral en espectáculo infantil.

Otorgado por la Uneac, el reconocimiento distingue a aquellos artistas que realicen un mejor trabajo en esta manifestación, la que al decir de Yune, tiene una deuda enorme en Pinar, pues es una de las pocas provincias en las que el movimiento de la narración es bastante pobre.

¿Cómo te acercas a la narración?
“Soy narradora oral desde el 2012, año en el que empiezo a formar parte del proyecto Arte Cuento. Antes no sabía que la narración oral tuviera tanta fuerza en el país. En esa fecha estaban buscando a alguien para el proyecto, me preguntaron si me gustaba y dije sí, pero en realidad no tenía una idea completa de lo que eso significaba, y mucho menos lo que representaría en mi vida.

“De miércoles para viernes me aprendí dos cuentos, hice el casting y fui seleccionada, ahí comenzó mi carrera.

“Ese mismo año fui a mi primer festival con los cuentos de Mayra Navarro, esos que ahora hilvano con uno de Guy Pérez Cisneros y que resultan ser el premio Juglar. Estuve en Las Tunas, después en Palabras de invierno en Matanzas, y así continué labrando los caminos de la profesionalidad.

“Junto a ello seguía con Arte Cuento y el grupo de teatro Rumbo, del cual formo parte, por eso mi infinita gratitud al proyecto, a Silvia Domínguez, a Luisa, a Noel Gorgoy aunque ya no esté entre nosotros, pero quien fue sin duda un gran maestro, suya es toda la música de Un sinfín de deseos, nombre inicial de la obra.

“Jorge Luis Lugo y mis compañeros de trabajo del grupo son otro pilar. Nunca me han negado un viaje, siempre me dicen ´ve´, porque entienden estos eventos no como aportes a mi carrera sino méritos también para nuestra agrupación en sentido general. Alas tampoco se queda muy atrás, con ellos he trabajado en disímiles ocasiones y somos muy cercanos”.

Graduada de Instructores de Arte en la especialidad de Teatro, Yune ha sabido desandar los caminos de las tablas. Ha interpretado un personaje y se ha dibujado en los cuentos.

¿Es más difícil actuar para un jurado o para el público?
“Siempre he sentido que es más complicado hacerlo para el público. En escena yo canto, bailo, y siempre salgo muy nerviosa, pero si veo las sonrisas, si veo que me acompañan en los juegos implícitos de participación con el público, si veo que los niños y adultos se suman al espectáculo, entonces me voy relajando y hago de la puesta una fiesta”.

¿Qué pasa si los autores de los cuentos que interpretas están sentados también como parte de ese público?
“ ¡Ufff!, –exclama–, es bien complicado. A veces los veo desde el escenario y digo: ´Ahí están´. Eso me ha pasado con Nelson Simón, Nersys Felipe, con Aurorita Martínez, a quien tendré siempre como una maestra. Pero me olvido de quiénes son y los hago parte de ese público”.

A la hora de concebir un espectáculo, te aprendes el cuento completo, solo las ideas principales. ¿Cómo haces?
“Antes me aprendía cada palabra, cada signo de puntuación. Después mis profesores me recomendaron leerlos, hacerlos míos, extraer las ideas más importantes, la esencia, aquellas cuestiones que no pueden faltar, y a eso incorporarle mis palabras. Uno hace el cuento suyo sin que deje de ser nunca de su autor”.

¿Cuánto te ha aportado la narración oral a tu formación como artista?
“Muchísimo. Uno amplía su vocabulario increíblemente, pero además, te crea una disciplina en el escenario. No dejo nunca de estudiar, de ensayar, es un trabajo de mucho esfuerzo”.

¿Esa entrega hacia tu profesión te hace descuidar otros aspectos de tu vida?
“En realidad he podido lograrlo gracias al apoyo familiar; para ellos mi carrera ha sido lo más importante. Mi hermana, mis padres, mi esposo, su mamá, y este retoño que desde hace casi tres meses crece en mi vientre, son mi razón de ser”, –confiesa, a la vez que acaricia con cariño el globito pequeño que anuncia su embarazo.

¿La narración o el teatro?
“No podría definirme, me complementan. Como tampoco podría decidir entre los niños y los adultos, son diferentes, tienen distintas exigencias y yo adoro trabajar además bien para personas mayores, por eso con Arte Cuento mantenemos una labor seria por las prisiones de Pinar del Río, por comunidades diversas y escuelas de la enseñanza Especial”.

De ahora en adelante…
“Tengo que seguir estudiando, superándome, pero sobre todas las cosas quisiera reanimar el movimiento de la narración oral en la provincia. Hay mucha gente con talento, jóvenes, y quizás mi permanencia en la Asociación Hermanos Saíz (AHS) deba ser para cumplir ese encargo. Después anhelaría pertenecer a la Uneac, pero sigo trabajando”.

 

Tomado de Guerrillero digital“Uno tiene que hacer el cuento suyo”

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