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[av_heading tag=’h3′ padding=’10’ heading=’Luis: un gran compañero’ color=» style=» custom_font=» size=» subheading_active=» subheading_size=’15’ custom_class=» admin_preview_bg=» av-desktop-hide=» av-medium-hide=» av-small-hide=» av-mini-hide=» av-medium-font-size-title=» av-small-font-size-title=» av-mini-font-size-title=» av-medium-font-size=» av-small-font-size=» av-mini-font-size=»][/av_heading]
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El año 1955 fue determinante en la lucha contra Batista. Todas las fuerzas de la F.E.U. se pusieron en disposición de consolidar la organización con una respuesta más enérgica a la represión desplegada por la dictadura. Así nos dedicamos a preparar un movimiento para cuidar más las manifestaciones masivas que realizamos. O sea, nos dimos cuenta de que en estas condiciones había que incorporar la lucha armada definitivamente y José Antonio estaba decidido a llegar hasta las últimas consecuencias.
Noviembre y Diciembre los dedicamos a preparar la estructura del «Movimiento» sus bases, etc. para hacer pública su constitución, que se realizó el día 24 de Febrero de 1956 con el nombre de Directorio Revolucionario.
En el fragor de estas tareas ingresa a la Universidad Luis Saíz Montes de Oca, claro, a Luisito ya lo conocía del Instituto de Pinar, pues en dos ocasiones participé en actos de mi provincia con dirigentes de la F.E.U. y en la organización de estos actos participaban los Hermanos Saíz; eran jóvenes que impresionaban, poseían una sensiblidad que iban más allá de la politización misma, su talento se hacía evidente, sobre todo, en el afán por conocer siempre más de las cosas, de lo que leían y del momento histórico que vivian.
Uno de los recuerdos más claros que mantengo de mis relaciones con Luis fue un día que lo invité a ver los paseos de carnavales que se estaban realizando en La Habana. El no pensaba ir, creo que Luisito no le interesaban éstos, pero le insistí alegándole que iba a explicarle como en varias ocasiones habíamos utilizado las actividades del carnaval para agitación y propaganda.
El se entusiasmó y me acompañó, después me dí cuenta que el espectáculo le había impresionado pues para él era una revelación ya que nunca los había visto. Pasamos una noche muy agradable.
En otra ocasión nos encontramos en la Escuela de Derecho. Por esos días estábamos enfrascados en la realización de las elecciones estudiantiles y aunque yo no estaba en la relación de aspirantes a la Presidencia por un acuerdo con José Antonio, ya que yo era el Secretario General de la F.E.U. a nivel de Universidad; si muchos compañeros se me acercaban para que los orientara por cual candidato votar. Claro, los dos compañeros aspirantes a sucederle en la escuela eran de mi grupo aunque siempre confié más en Osmel y solo a aquellos de mi absoluta confianza les decía. Y Luís me pidió consejos al respecto, desde luego, le indiqué que el más completo para el cargo era Osmel y así lo creía Luisito también ya que en el proceso fue un pilar fundamental para que Osmel ganara por amplia mayoría de votos en la asignatura de Teoría General del Estado, en la que Luis a su vez era elegido como Presidente.
Era increíble su vitalidad y aquella confianza en las fuerzas revolucionarias del estudiantado, sobre todo su confianza en la victoria de nuestra causa.
Muchas veces he dicho, porque así lo pensaba, que Luis era un joven de condiciones excepcionales y que esas condiciones lo habrían convertido en una figura política de importancia en la Universidad si ésta no se hubiera cerrado en 1956.
René Anillo Capote (Fue Secretario General de la F.E.U.y Presidente de la misma en la Escuela de Derecho hasta 1955).
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