Esther en la memoria
A sus 105 años, Esther Montes de Oca Domínguez partió en su último viaje, esta vez hacia la gloria a reunirse con sus hijos, Luis y Sergio Saíz, quienes se le adelantaron en el tiempo al inmolarse por la Revolución con edades muy tempranas en el año 1957.
Maestra de profesión, merecedora de más de cien medallas que avalan su trayectoria por los diferentes momentos de la Revolución cubana, invitada de honor en varias ocasiones a congresos de la Asociación Hermanos Saíz, la Unión de Jóvenes Comunistas, la Federación de Mujeres Cubanas y al I Congreso del Partido.
El pueblo sanjuanero despidió a una de las mujeres que lucho por esta sociedad, por la cultura cubana, querida y amada por todos, era quien deleitaba a todos los visitantes con sus historias, mantenía la casa museo, dedicada a sus hijos, intacta en el tiempo, todo en su justo lugar, como si el tiempo no pasara.
Recibió en su morada a personalidades de la cultura nacional, representantes de las organizaciones juveniles del país, incansable luchadora por la Asociación, a quien dedicara sus éxitos y logros a Sergio y Luis.
Convido a seguir luchando, que nunca dejáramos de hacerlo, a que fuéramos siempre honestos, en todo momento, hasta los últimos días de su vida siempre conservó el sentido del humor; el legado que nos deja es lo que representó, un significado muy grande.
A veces, en sus conversaciones, ella nos decía que éramos jóvenes privilegiados porque vivimos en momentos donde la juventud, y más nosotros, los jóvenes creadores jugaban un papel fundamental.
La casa museo es un ejemplo, es un espacio que se mantendrá para la historia, es el santuario de todo joven artista, para conocer cómo se criaron los Hermanos Saíz, como pensaban, que querían y principalmente como fueron educados por esta mujer que les enseñó todo.
Esta es la cuna de los jóvenes artistas, todos deben pasar por esta casa museo, conocer a fondo su historia, es una cuna de conocimiento y saberes, buscar en este espacio la historia, reencontrase con ella y sentirse orgulloso de ella.
