A sus 105 años, Esther Montes de Oca Domínguez partió en su último viaje, esta vez hacia la gloria a reunirse con sus hijos Luis y Sergio Saíz, quienes se le adelantaron en el tiempo, al inmolarse por la Revolución, con edades muy tempranas en el año 1957.
Maestra de profesión, merecedora de más de cien medallas que avalan su trayectoria por los diferentes momentos de la Revolución cubana, invitada de honor en varias ocasiones a congresos de la Asociación Hermanos Saíz, la Unión de Jóvenes Comunistas, la Federación de Mujeres Cubanas y al I Congreso del Partido era todo un símbolo para las madres pinareñas.
El pueblo sanjuanero despidió con amor y respeto a una de las mujeres que mucho luchó por esta sociedad, querida y amada por todos, deleitaba a todos los visitantes con sus historias, mantenía intacta la casa museo, dedicada a sus hijos, todo en su justo lugar, como si el tiempo se hubiera detenido hace 59 años.
Recibió en su morada a personalidades de la cultura nacional, representantes de las organizaciones juveniles del país, incansable luchadora por la Asociación: nacida para honrar a Sergio y Luis, para que los jóvenes de hoy sean como ellos.
Su sepelio no fue una marcha fúnebre de derrota, al contrario, a pesar del dolor el pueblo sanjuanero se mostraba sereno, agradecido y así le rindió homenaje a esta madre cubana y combatiente. Todos estaban presentes, desde el médico, la maestra, los estudiantes y hasta el visitante de paso porque todos quisieron estar en el homenaje.
¨Nos convido a seguir luchando, que nunca dejáramos de hacerlo, a que fuéramos siempre honestos, en todo momento, hasta los últimos días de su vida siempre conservó el sentido del humor-comenta Rubiel García González, Presidente Nacional de la Asociación Hermanos Saíz -el legado que nos deja es lo que representó, un significado muy grande.¨
¨A veces conversábamos con ella y nos decía que éramos jóvenes privilegiados porque vivimos en momentos donde la juventud y más nosotros, los jóvenes creadores jugaban un papel fundamental, incluso nos contaba cómo eran sus hijos. ¨
¨Aunque ya no esté físicamente, Esther siempre estará ahí, el legado que dejó a este su pueblo y a nosotros los jóvenes siempre lo tendremos presente¨.
¨Es un ejemplo, es un espacio que mantendremos para la historia, es nuestro santuario, para conocer cómo se criaron los Hermanos Saíz, como pensaban, que querían y principalmente como fueron educados por esta mujer que les enseñó todo¨.
Esta es la cuna de los jóvenes artistas, todos deben pasar por esta casa museo, conocer a fondo su historia, es una cuna de conocimiento y saberes, buscar en este espacio la historia, reencontrase con ella y sentirse orgulloso de ella.